Combinaison

Como se les ocurre a estos tipos gritar como bestias a estas horas... Siempre cuando viajo en este tren me pregunto porque no piden los boletos antes de que todo el vagón se duerma y se arme una escena con tanta paz aunque asquerosamente irreal. Se que a uno lo internan cada dos por tres, mientras que su mujer es la puta más puta del barrio; los de adelante, tienen como pasatiempo escupir a los del costado, y de aquellos no conozco la historia, pero dicen que se dedican a cosas raras, es claro, aquello que en un pueblo llaman raro y ese raro es sinónimo de crimen, quizás vendan drogas en Buenos Aires o amanezcan con mujeres desnudas en calles de San Telmo, quizás roben chicles en kioskos o duerman borrachos en las puertas de las iglesias. Pero a mi lo que me molesta es ese tipo que viene a preguntarme si pagué. Lo bueno, es que logro desvelarme y observar a todo el vagón. Veo dormida a toda esa gente de la cual antes hablé y es increíble, es que las personas cuando duermen son increíbles, y a mí me divierte acercarme a ellos y observar si sueñan. Una profesora mía de la universidad, antes de la primera clase de psicología me enseñó el movimiento que hacían los ojos de las personas dormidas si es que soñaban, y en ese café con Mónica pude hasta aprender que podían estar soñando, o relacionado con que. Al salir del edificio me sentía una pequeña Freud, y pasaba horas rodeada de gente con los ojos cerrados hasta que un día sentí una especie de autismo-maníaco y abandoné aquella rutina, aunque no puedo evitar alguna que otra vez jugar a meterme en los sueños de las personas. Es por eso que me subo a este tren, y un rato antes de llegar a San Jorge observo a la puta, al loco, a los paisanos borrachos y a alguno más que ande por ahí, y mientras me ahogo en el humo del cigarrillo invento historias que a veces las siento ciertas, y son todas vinculadas con ellos, hasta una vez creí que la puta soñaba con uno de los borrachos, y vice versa, al mismo tiempo! Pero esto no tiene mucha importancia, lo que yo quería decir es que cada vez que llego a este pueblo está el mismo perro en la estación, y una vieja tirada en un rincón leyendo un libro que nunca pude ver cual era.