11.6.09
... y hasta quizás sin darte cuenta, sin pensarlo, un día me encontrarás con la cabeza en tu falda, y sin que me de cuenta, cuando no me mires, lloraré de dolor y desconsuelo, y cuando tu pañuelo se vuelva hacia mí nuevamente, sin que te hayas dado cuenta, sonreiré y te susurraré al oído que te quiero, que no estás sola.
Suscribirse a:
Comentarios de la entrada (Atom)
No hay comentarios.:
Publicar un comentario