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Esa luz… por favor… ¿podrías quitarla? Esta encandilándome.
Sabes que la sensación me gusta, pero ahora, me empalaga.
No me escuchas… no me ves… ¿me sentís?
Nada… no quiero nada… solamente que esa luz se borre y desaparezca.
Tan verde, me hace transpirar… y llegué el punto de desesperarme.
Se que si sangro, la gota más espesa va a caer en tu mano… pero te pido que no la lamas…
me enloquece que hagas eso… porque en la escena va a aparecer esa luz.
... Y la noche se vuelve totalmente excitante e irreal ...
Veo tu cara en un espejo que se estrelló en el aire, y tu cuerpo quedó tirado en mi habitación.
La música sigue sonando, no voy a pararla.
La melodía me quema los oídos, pero suena tan hermosa en este momento.
¿Por qué seguís sin escucharme? Yo pensé que ahora ibas a hacerlo…
Pensé que todo aunque sea por una noche iba a ser diferente, pero no supiste entenderme…
Ahora te sentás en el piso… y mientras escribo esto,
me regalás tu sombra, me prestas tu alma, y me convidas de tu sangre.
Gracias por dejar la luz.