19.4.07

...

- Hola… llegaste

- ¿Por qué no me dijiste específicamente donde te ibas a sentar? Hace más de media hora que te estoy buscando…

- ¿Y?

- Y nada, y todo… y azul, violeta, verde… ¿Qué te paso en la camisa?

- Que importa, ya el verde se convirtió en amarillo… Se hizo tarde, nene... Oscureció y no te diste cuenta que nuestro Sol no apareció más. Yo no se donde se fue, pero hoy, en esta plaza no está. Deja de reprocharme todo… concentrate en los detalles y es posible que llores como lo estoy haciendo yo… ¿Ves las flores? ¿Y esos chicos que juegan? Proponete descubrir el más bello árbol… Al hacer todo esto, te vas a dar cuenta que algo cambió… Quiero que dejes de pensar y empiezes a sentir… ¿Qué pasaría si las palabras te abandonaran? ¿Qué sucedería si algún día quisieras brindarme lo que sentís y no lo que pensas?
Mira esa nube…

- No puede ser que me digas algo así. Vos sos la canción que despierta mi alma, y nuestro Sol se que aparecerá pronto…

- ¿Y si no?

- Y si no, nos queda la luna… O acaso no te acordas que una noche prometimos hacerla nuestra para siempre…
Esa noche... en que se produjo el eclipse entre tu cuerpo y el mío,
y nosotros fuimos espectadores de tal hermosa escena.
Cuando terminamos de hacer el amor me quede observándote, fascinado…
Vos dormías sobre las estrellas y te cubrías con mi pecho, esperando que no amaneciera nunca, soñando con una noche eterna.
Ahora decime, decime ahora… mientras lloras y buscas la flor… ¿Realmente es tarde? Si nuestro Sol no vuelve, pero tenemos nuestra Luna, ¿por qué no podemos volver a intentarlo?
Al fin y al cabo, estás acá sentada en frente de mí… algo estas buscando, y no creo que sea un triste e irreal final. Además, el final no existe, mi amor. Y eso lo sabes…

3 comentarios:

Anónimo dijo...

que hermoso...

sabalerox dijo...

qué hermoso.

Mai dijo...

me encantó, sin palabras.