Octubre.....

Si querés llamá, a las 11 no creo que esté, a las 12 quizás si, a las cinco moriré. Y si llamas a la mañana te responderá una luz enceguecida, tonta, absurda. Cuando el sonido invada la casa mis animales se desesperarán, buscarán mi cuerpo por todas partes, en los cajones, atrás de las cortinas, por la cama. Y mientras el aire cae fatigado, los animales correrán por todas partes, observarán la ventana, pedirán un mínimo rayo de sol. Las amapolas perfumarán mi dulce hogar, las fotos desparramadas en el suelo, la ilusión de crear, un arte agobiado y tal vez decepcionado, un manojo de cartas viejas, letras borrosas, discos rotos. Los libros los encontrarás cuando llames tarde, temprano es antes, quizás después, quizás la paz que no encontramos fue la que siempre deseamos no tener. Quizás la fruta dulce la comas tarde, cuando pase ese inútil tiempo, cuando todo haya desaparecido. Quizás las guerras terminen matándonos a todos, hasta que los vencedores beban su propia sangre y mueran aturdidos por el inmortal mensaje que retumba en la tierra y en los mares. Quizás los animales ya no se desesperen, quizás llores, quizás nos enamoremos de los desencuentros, pero nada hará cambiar la consistencia de este fuego, de esta llama que se prende cada vez que penetra ese cruel y bello sonido.