Tormenta de domingo

Te siento bailar sobre mí... en la esfera que soñamos crear y no pudimos,
en el lugar donde tu voz reinó, cuando jugabas a ser dueño de mi boca, de mis ojos,
de mis mundos inventados con azúcar y miel.
Moves tus piernas y surge la terrible necesidad de buscarte, pero con el objetivo de llegar a
la estación y que ya no estés, que ya te hayas ido...
La esencia es tan confusa que me hace odiarla y gritar... gritar para que el sonido tan agudo
la destroze y así renacer
renacer en la piel
en la lluvia
renacer en vos.